Desde un país lejano, donde no hay peligros, donde solo hay duendes con margaritas, donde se oye el cantar de los pájaros al revolotear hacia el cielo.
Un país lejano en el que mambrú no se perdió en la guerra, sino que murió.
Un país lejano en el que bob marley decidió quedarse para siempre y regalarme
una sonrisa con sabor a chiribitas.
Un país lejano donde “aventuras” y “emociones” encontraron a su amigo “tiempo libre”; en ese país vivo, un país lejano…